El pendiente triple punteado envuelve la oreja de quien lo luce con dos espirales lisas de plata y una central punteada. Jugando con el número tres, el número de la perfección, la joya interpreta la ley del equilibrio que, por definición, siempre reside en el medio.
En el chevalier Cruz Griega, la cruz que simboliza la época bizantina destaca en relieve en el centro del elemento oval. Con sus puntas iguales, representa la perfección arquitectónica y la naturaleza divina del alma.
El collar por metros Love, en una sucesión de corazones plateados encadenados entre sí, reúne todos los pequeños gestos que sellan un gran sentimiento.
Enredada como el cable de un viejo teléfono fijo, la PULSERA DE DOBLE MALLA en la versión en oro rosa da ese toque susurrante de cotilleo al auricular.
Envuelta en plumas estilizadas, la piedra central de color turquesa del Chevalier Jónico II se ve realzada por la decoración punteada que la rodea. Una pequeña porción de cielo sobre alas desplegadas al viento.